El viernes 3 de noviembre pasará a la historia de Colegio Palas Atenea como un día lleno de emociones, risas y lágrimas de despedida. La Promo 24, siendo la primera promoción del colegio en el año 44 de su fundación, decidió realizar la despedida promo 23 de una manera única y especial.
A través del ingenio y la solidaridad, organizaron un evento que no solo celebró el fin de una etapa, sino que también dejó una huella imborrable de camaradería.
La jornada comenzó con un gesto de generosidad que dejó a todos sin palabras. La Promo 24 utilizó el dinero recaudado en el reciente desfile de disfraces, celebrado el 27 de octubre en las instalaciones del colegio, para comprar un delicioso almuerzo.
Este festín no solo fue para los estudiantes de la Promo 24 y la Promo 23, sino también para la señora directora, la subdirectora y la maestra de lenguaje. El aroma de la gratitud flotaba en el aire mientras compartían este banquete, fortaleciendo los lazos entre ambas promociones y el equipo educativo.
La jornada continuó en la piscina del colegio, donde risas y chapoteos se mezclaron en un cóctel de alegría. En un gesto simbólico, la Promo 24 y la Promo 23 se sumergieron juntas en las aguas refrescantes, sellando así una amistad que trascenderá los pasillos del colegio.
Los discursos de agradecimiento resonaron en la piscina, expresando el profundo cariño y reconocimiento mutuo que existía entre ambas promociones.
La tarde avanzó con la prueba de togas y birretes de graduación, un momento que marcó el inicio del adiós formal en la despedida promo 23. Con la administración del colegio proporcionando las elegantes togas y birretes, los estudiantes se miraron unos a otros con ojos brillantes de anticipación y nostalgia.
Este ensayo general no solo fue una preparación para el día de la graduación, sino también un recordatorio de que, aunque los caminos de la vida los lleven en direcciones diferentes, siempre llevarán consigo los recuerdos compartidos en Colegio Palas Atenea.
La despedida entre la Promo 24, la primera promoción del colegio en su año 44 de fundación, y la Promo 23 no fue solo un evento, sino un canto colectivo de amor y gratitud. Cada detalle, desde el almuerzo hasta los momentos compartidos en la piscina, contribuyó a un día que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.
A través de la solidaridad y la celebración, la Promo 24 no solo demostró la importancia de despedirse con estilo, sino también cómo la generosidad puede crear puentes que trascienden el tiempo y el espacio.
Que este adiós sea solo el comienzo de nuevas historias para ambas promociones, que llevarán consigo el legado de un día que demostró que la amistad y el afecto son los cimientos más fuertes sobre los cuales construir un futuro brillante.
Querida Promo 23, aunque hoy se cierren las puertas del aula, recuerden que Colegio Palas Atenea siempre será su hogar, donde los corazones laten al compás de los sueños que aquí crecieron. ¡Adelante, con la certeza de que las puertas de su casa siempre estarán abiertas para ustedes!
Miss Ana María Tuit